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Edición Marzo -Abril 2023 Informe especial

TAEKWONDO sin límites

Cómo el deporte, y en particular el taekwondo, puede ayudar a cambiar una vida, o muchas vidas de niños, adolescentes y jóvenes que aprendieron a creer en ellos mismos, sin limitaciones.

Marjorie Castro Heredia es amable y responde presta a mis preguntas. Tiene 18 años y estudiará la carrera de Comunicación Audiovisual porque quiere llegar a las personas con mensajes, aunque confiesa que por mucho tiempo fue tímida. Sentía temor de ser discriminada o que no la aceptaran en el grupo por tener “habilidades especiales”, y lo subrayo, porque definitivamente Marjorie es muy especial. 

En el 2019, cuando acompañaba a su hermano menor a clases de taekwondo, arte marcial de origen coreano, en la academia Kum Gang, en Lince, una invitación a practicar con el grupo le llegó por sorpresa. Fue el profesor Brucce Bustamante Ribeyro, exentrenador de la selección nacional de taekwondo categoría adultos, hoy dedicado a la formación de taekwondistas, quien sin saberlo incentivaría en ella ese deseo de superación que no conoce de límites.

El síndrome de Apert no podía ser un impedimento para que, por primera vez, se animara a practicar algún deporte, eso lo tenía muy claro. Al comienzo, Marjorie veía en el taekwondo un método de defensa personal, pero admite que no le fue fácil: los estiramientos costaban, el cuerpo dolía. Con el tiempo descubrió que, más que un ejercicio físico era una disciplina que le cambiaría la forma de ver la vida.

“Tenía miedo de que mis compañeros me rechazaran, pero cuando entré a las clases me sorprendí mucho porque no se burlaron ni hablaron a mis espaldas. Me sentí segura y cómoda”, recuerda. Ella ganó autoestima, y sus compañeros y personas alrededor también ganaron al ver en ella un ejemplo de superación.

“Las personas con discapacidad tenemos algo especial, pero no somos diferentes del resto”, me dice confiada en sí misma. Marjorie, quien ya es cinturón azul 4 Kup, cuenta que al comienzo el profesor le parecía estricto, pero luego agradeció la disciplina que impartía y el esfuerzo que realizaba para enseñarle, a tal punto que hoy él la llama “su maestra”

Y es que el profesor Bustamante ha hecho del taekwondo parte de sí mismo. Lo practica desde los 15 años y en una época en la que el entrenamiento era más tradicional. En Buenos Aires, Argentina, se convirtió en cinturón negro, en el mítico barrio de Once, conocido por albergar a muchos coreanos. Pero no fue hasta 1996 que pudo concretar un anhelo: tener su propia academia de taekwondo, que este mes cumple 27 años. Cuando Marjorie se convirtió en su alumna se preguntó si estaba preparado para ese reto, pero con el paso de los días se dio cuenta más que nunca de que el taekwondo no discrimina.

“Para mí representa la vida misma. Es perseverancia, lucha, constancia, tenacidad, sacrificio. Si te caes, te levantas; conoces el temor, pero también el valor”, señala mientras a su alrededor los niños a los que dicta clases en el parque Mariscal Castilla, en Lince, lo abrazan para despedirse. Marjorie también se despide hasta una próxima oportunidad en la que seguramente la veremos aún más fortalecida.

Taekwondo con sabor local

En la última década, el taekwondo ha crecido en el Perú a tal punto que se practica en todas las regiones. El inicio de su práctica en el país data de los años setenta, en Arequipa, y en Lima fue el maestro coreano Joung Hye Seo quien formó a los primeros taekwondistas en la capital peruana. “La enseñanza de la disciplina se basa en cinco principios fundamentales: cortesía, perseverancia, autocontrol, integridad y espíritu indomable, referido este último a la búsqueda de justicia”, nos refiere Juan Román Tejada, presidente de la Federación Deportiva Peruana de Taekwondo, quien indica que la inclusión el año pasado en los Juegos Deportivos Escolares Nacionales permitirá masificarlo y captar nuevos talentos. 

Por su parte, Jorge Arenas Cabello, entrenador de la selección nacional de taekwondo categoría juvenil, destaca que, a lo largo de su carrera, ha visto cómo este deporte favorece a niños y jóvenes al estimular el control mental, mejorar el desarrollo físico y el crecimiento, así como la resistencia, reacción, rapidez y flexibilidad. También es beneficioso en términos de autocontrol, autoconfianza, fomenta el respeto mutuo y aumenta la capacidad de análisis, sobre todo en el aspecto táctico, ya que el alumno debe pensar en soluciones durante los combates. 

“He tenido experiencias con varios jóvenes que se han encaminado a una vida más tranquila, disciplinada y exigente, ya que el deportista necesita descanso, buena alimentación, concentración y puntualidad en los entrenamientos”, comenta Arenas, para quien la satisfacción más grande es que la bandera peruana esté en lo más alto del podio. 

Ya sea para levantar una medalla o por satisfacción personal, el taekwondo nos demuestra cómo puede ayudar a sentar las bases de una persona y a desarrollar habilidades dejando de lado cualquier tipo de prejuicio.

Legado del taekwondo. La Academia Kum Gang recibe alumnos desde los cuatro años hasta adultos durante todo el año. Las clases se dictan al aire libre en el parque Mariscal Castilla, Lince.

Beneficios del deporte a temprana edad

Daniel Cáceres Morales, psicólogo deportivo

A nivel psicológico, favorece las funciones cognitivas, la concentración, la memoria y la atención. A nivel social, influye en el sentido de pertinencia y reconocimiento. A nivel físico, tiene un importante impacto en el desarrollo de destrezas motrices, coordinación, fuerza y resistencia muscular. En niños y jóvenes con habilidades especiales se añaden los efectos positivos sobre la autoestima. En particular, el control emocional que se logra en las artes marciales, como el taekwondo, es relevante por su relación con la disciplina.

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