Aída Martínez de Pinillos es la actual campeona nacional de motovelocidad. La modelo y reconocida figura pública habla con Perú Deportes acerca de sus inicios, la lucha contra el machismo y su retiro del deporte, además de su terrible enfermedad.
Escribe: Irene Carranza
Fotos: Archivo Aída Martínez
Desde muy pequeña amó las motos gracias a su padre. Con solo cinco años se subía a una, imaginando algún día manejarla. Sin embargo, al crecer, se dio cuenta de que el mundo sobre ruedas no era apto para las mujeres. ¿Por qué? Simplemente porque la sociedad no lo aceptaba. Es así como lo que se vería como un obstáculo se convirtió en su gran impulso.
Aída Martínez es muy conocida en la farándula peruana por sus años en el modelaje. Su belleza es excepcional, no obstante, lo de afuera no solo define su gran valor, ya que lleva un gran talento deportivo, siendo la primera mujer peruana en participar en competencias profesionales del rubro motero.
Primeros años en el motociclismo
Su primera competencia fue a los 23 años. Aída acudió a uno de los campeonatos en Lima y se acercó al organizador: “¿Por qué no hay ninguna mujer?”, preguntó. El hombre le respondió: “Es que ninguna tiene el suficiente valor para hacerlo”. Fue en ese preciso momento, en el que Aída se trazó una meta: el gran inicio de su carrera. “Fue ahí cuando me preparé para ingresar al siguiente año, a principios del 2014”, nos cuenta.
Al inicio fue difícil, más aún por vencer los estereotipos que en aquella época rondaban. Ella, en lugar de responder con palabras, demostró en las pistas que era igual o mejor que los hombres que corrían sobre las motos.
“Tuve varias críticas porque la gente pensaba que yo estaba ahí por ‘vara’, solo por ser mujer o que no tenía talento. ‘Ha venido a mostrarse acá, mejor que se quede en las pasarelas’. Lo único que hacía era mostrarles en la pista quién era yo, hasta que empecé a ganarles a los chicos. Ahí les cerré la boca. Me amo demasiado para que alguien me diga que no soy lo máximo”, señala.
Poniendo el freno
Aída Martínez ha sido ganadora de más de 20 podios en sus 10 años de carrera deportiva. Entre sus más grandes logros se encuentra el Campeonato Apertura 2015 (Superbike 2015), donde ganó la Copa Monster. Una competencia que era calificada solo para varones.
Lo que empezó como un hobby se volvió una profesión, ya que Aída no solo corría en pistas nacionales, sino rompía fronteras en competencias internacionales al lado de los mejores pilotos del continente. Además, la joven estudió Comunicaciones, Marketing Publicitario y llevó cursos de Psicología.
Hace tan solo tres años fue madre, por lo que su entrega al deporte estaba en duda por su maternidad. Aída ya no podría arriesgarse a una aparatosa caída en moto, además de gastar horas de tiempo en prepararse para una competencia.
“Si me rompía un hueso, afectaba a mi hija. Entonces, yo sí tengo algo que perder. Si un deportista entra a deporte extremo, que es fuerte, tiene que saber que está entrando porque no hay nada que perder”, sostiene.
La enfermedad
Durante el 2023, Aída comenzó a sospechar sobre su salud, ya que sentía que estaba perdiendo la vista. Después de unos cuantos exámenes fue detectada con el Síndrome de Harada, una enfermedad de origen autoinmune que ataca las estructuras oculares y auditivas del sistema nervioso central, lo que puede llevar, sin un adecuado tratamiento, a la ceguera.
Aída tuvo que someterse a un tratamiento con médicos nacionales e internacionales, sumando un total de S/ 150,000, por lo que, en un acto de desesperación, decidió vender todas sus cosas, incluso rifó su moto de competencia, una ARTSUN 250.
“La ganadora se llama Claudia. Ella no sabe manejar moto ni nada, pero le ofrecí unas clases gratis. Ella es una chica de bajos recursos y se ganó una moto de 12,000 soles”, cuenta Aída. A pesar de la buena causa, no llegó a recolectar el dinero requerido por la mala fama que le dio la prensa en ese momento. “Decidí llevar mi enfermedad en silencio, decidí no dar explicaciones y por negarme salieron ciertas periodistas o pseudo influencers a decir que mi enfermedad era falsa”.
Al día de hoy, Aída continúa recibiendo tratamiento. Sin embargo, aún no recupera por completo la vista. Por dicha razón, tomó la difícil decisión de retirarse en noviembre del año pasado. “Yo dije: ’OK, me retiro del deporte, pero no me voy a retirar sin ser campeona’”, contó. Participó en el Campeonato Nacional de Motovelocidad 2023 y lo ganó.
Legado y futuro
Aída ha sido el ejemplo de muchas chicas en el ámbito deportivo, sobre todo en el rubro de fierros y tuercas. Ella confía en que día a día haya más mujeres en las competencias moteras. “Hace más o menos tres años, se han integrado chicas al deporte; han movido muy bien el deporte, tienen redes y han inspirado a otras mujeres. Creo que he dejado un buen legado”, señala.
En cuanto a su futuro, no se ve involucrada en el deporte profesional, menos como entrenadora. “Aquí en Perú, lamentablemente, los entrenadores deportivos ganan muy mal, lo he visto y lo he vivido. A menos que sea en futbol, el único deporte donde Perú no obtiene nada y todos lo ven”, sostiene. Detesta el deporte del balompié. “Once tipos corriendo detrás de una pelota. A ver, que se caigan de una moto, se levanten y sigan una carrera. Eso es ser un macho de verdad”.
Por el momento, su más grande deseo es tener una casa de campo, lejos del espectáculo y la gente ‘mala’, aquella que estuvo rodeada mucho tiempo en sus años de chica ‘reallity’. Eso sí, con una moto siempre a donde vaya.
Ficha
- Edad: 33 años
- Origen: Arequipa, Perú
- Negocio: El Baratillo 23 (ropa)
Dato
Aída no ha recibido su premio como campeona nacional de motovelocidad del 2023 por un problema documentario del IPD con la Federación Peruana de Motociclismo.